A los cinco años tuvo su primer contacto con el instrumento; su padre lo inscribió en la Academia Oliva de Lanús. A los doce años se recibió como profesor de guitarra, solfeo y teoría. Gracias a un beca pudo estudiar en el Conservatorio Julián Aguirre de Lomas de Zamora bajo la tutela de María Angélica Funes (discípula de María Luisa Anido). Cuando Juanjo tenía quince años dejó sus estudios clásicos y se decantó por la guitarra popular. Empezó a acompañar cantantes de tango de esa época (Alberto Morán, Alberto Echagüe, Podestá, Ernesto Laborde). Además tocaba con un trío melódico llamado Los Antonios, el cual interpretaba valses peruanos y boleros, acompañando al cantante Bienvenido Carlo. También tuvo el privilegio de desempeñarse musicalmente junto a María Graña, Ada Falcón, el Chango Nieto, María Marta Serra Lima, Horacio Guaraní, Mario Manzanero y Roberto "El Polaco" Goyeneche. Sobre sus dotes interpretativos, declara la maestra María Luisa Anido: "Es indudable que se trata de un guitarrista fuera de serie y que confirma el juicio que emitiera el gran Berlioz al decir que la guitarra es una orquesta en miniatura, ya que Juanjo Domínguez logra sorprendentes efectos orquestales con sus escalas de trémolos dobles de vertiginoso vuelo musical y logra que se recuerde siempre el mencionado juicio de Berlioz".
Juanjo es un verdadero virtuoso de la guitarra. Sus escalas dobles, sus trémolos en tres cuerdas (inventados por él mismo cuando al estudiar "Recuerdos de la Alhambra" del maestro Tárrega le parecía que efectuando el trémolo en una sola cuerda se limitaba el sonido), su velocidad comparable con la de un instrumento de arco y su alto nivel de improvisación lo convierten en un guitarrista único. Declara haber tomado su inspiración del célebre homólogo paraguayo Agustín Pío Barrios Mangoré. Este era también un notable improvisador (como todos los grandes músicos de la antigüedad) y fue un "molde" para la construcción de su técnica.
Ha grabado cientotreinta compactos acompañando cantantes de diversas nacionalidades y veinticuatro discos como solista yendo desde el jazz hasta la música argentina (tangos, milongas, zambas y valses criollos). Confiesa haber terminado con su paso por los estudios discográficos como solista. En conclusión, como dijo Lalo Schifrin: "Quien hable de guitarras y de talento no debe omitir a Juanjo Domínguez".
Juanjo es un verdadero virtuoso de la guitarra. Sus escalas dobles, sus trémolos en tres cuerdas (inventados por él mismo cuando al estudiar "Recuerdos de la Alhambra" del maestro Tárrega le parecía que efectuando el trémolo en una sola cuerda se limitaba el sonido), su velocidad comparable con la de un instrumento de arco y su alto nivel de improvisación lo convierten en un guitarrista único. Declara haber tomado su inspiración del célebre homólogo paraguayo Agustín Pío Barrios Mangoré. Este era también un notable improvisador (como todos los grandes músicos de la antigüedad) y fue un "molde" para la construcción de su técnica.
Ha grabado cientotreinta compactos acompañando cantantes de diversas nacionalidades y veinticuatro discos como solista yendo desde el jazz hasta la música argentina (tangos, milongas, zambas y valses criollos). Confiesa haber terminado con su paso por los estudios discográficos como solista. En conclusión, como dijo Lalo Schifrin: "Quien hable de guitarras y de talento no debe omitir a Juanjo Domínguez".
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